Cuando un hijo o hija recibe el diagnóstico de infertilidad, el impacto no se limita solo a ellos. Como padres, muchos sueñan con ver a sus hijos formar una familia, compartir la dicha de ser abuelos y ver crecer a nuevas generaciones. Por eso, cuando ese sueño parece alejarse, el dolor también se siente en lo más profundo del corazón familiar.
La infertilidad no solo afecta a quienes la viven directamente, sino que involucra a todo el núcleo cercano. La familia y fertilidad están íntimamente conectadas, y los padres de hijos infértiles también necesitan herramientas para transitar este proceso. ¿Cómo brindar un apoyo en fertilidad real, respetuoso y sin presionar? Aquí exploramos el rol de los padres en el acompañamiento emocional y práctico durante los tratamientos de fertilidad.
La infertilidad también se vive en familia
Aunque el diagnóstico médico se reciba a nivel de pareja, el impacto emocional se extiende hacia afuera. Los padres, como pilares emocionales, suelen sentir tristeza, impotencia, preocupación e incluso culpa. No es raro escuchar frases como “¿Será algo hereditario?”, “¿Qué podríamos haber hecho diferente?” o “¿Cómo no puedo ayudar en esto?”.
Es importante reconocer estos sentimientos como válidos, pero también entender que el rol central de los padres ahora no es solucionar, sino acompañar tratamientos con amor, empatía y sin invadir el espacio emocional de sus hijos.
Claves para acompañar de forma amorosa y respetuosa
Encontrar el equilibrio entre estar presentes y no sobrepasar límites es fundamental. A continuación, algunas recomendaciones prácticas para padres que desean ofrecer un verdadero apoyo en fertilidad:
- Escuchar sin intentar resolver
Muchas veces, lo mejor que pueden hacer es simplemente escuchar. No buscan consejos ni fórmulas mágicas; buscan comprensión. Validar su experiencia sin minimizarla ni tratar de “arreglarla” es una de las formas más puras de amor.
Frases como “te escucho”, “gracias por confiar en mí” o “¿cómo te sentís hoy?” abren espacios de contención sin presión. - Evitar frases comunes que pueden herir
Aunque bien intencionadas, frases como “relájense y va a pasar”, “ustedes son jóvenes” o “cuando dejen de buscar, llegará” pueden resultar muy dolorosas. Estos comentarios simplifican una experiencia compleja y muchas veces llena de angustia.
En su lugar, puede decir: “Estoy aquí si querés hablar”, “¿cómo puedo ayudarte en esto?” o “te acompaño en lo que necesites, sin presiones”. - Acompañar en momentos clave (si ellos lo desean)
Ofrecer acompañamiento en una consulta médica, ayudar con trámites o incluso con apoyo económico (cuando sea viable) puede ser de gran ayuda. Sin embargo, es clave que ese ofrecimiento sea desde el respeto: siempre es mejor preguntar antes de actuar.
Cada pareja vive su proceso a su manera. Algunos quieren compartir todo con sus padres; otros prefieren privacidad. Ambos caminos son válidos. - Respetar tiempos, silencios y decisiones
No todos desean hablar constantemente del tema. Algunos días sus hijos necesitarán compañía; otros, silencio. Puede que tomen decisiones difíciles, como optar por donación de gametos o renunciar a tratamientos, y esas decisiones también merecen respeto.
Aceptar sus elecciones sin juzgar fortalece el vínculo y demuestra que el amor está por encima de cualquier expectativa. - Buscar apoyo personal si lo necesita
Ver sufrir a un hijo puede ser emocionalmente agotador. Es importante que usted también se cuide. Participar en grupos de apoyo para padres de hijos infértiles, buscar contención psicológica o compartir lo que siente con personas de confianza puede ayudarle a sostener su rol sin derrumbarse.
El poder del acompañamiento: familia y fertilidad como aliados
Los tratamientos de fertilidad pueden ser largos, costosos, frustrantes y emocionalmente desgastantes. Las parejas enfrentan pinchazos, medicamentos, ciclos hormonales, pruebas, esperas eternas y, muchas veces, decepciones.
En medio de ese torbellino, tener un padre o una madre que diga “Estoy con vos, sin condiciones”, se convierte en un ancla emocional muy poderosa.
Un mensaje, una llamada, un abrazo o una taza de té pueden significar mucho más de lo que imagina. No subestime el valor de los pequeños gestos.
Familia y fertilidad: un lazo más fuerte que los diagnósticos
Ser padres de hijos que no pueden ser padres es un desafío emocional inmenso. Requiere dejar de lado las propias expectativas para poner el foco en las verdaderas necesidades de los hijos. Es una oportunidad de crecer como familia, de demostrar que el amor no depende de que lleguen nietos, sino de estar presentes en los momentos más vulnerables.
El verdadero legado no es solo dar la vida, sino sostenerla, cuidarla, protegerla. Y ese rol continúa, aunque sus hijos enfrenten desafíos reproductivos.
¿Querés saber cómo acompañar mejor?
In Latid Fertility Center ayudamos a familias a entender la infertilidad desde una perspectiva integral. Porque sabemos que acompañar también es un arte que se aprende, y queremos estar ahí para guiarlos.
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No estás solo en esto. Acompañar con amor, sin juzgar, puede ser el mejor regalo que le des a tu hijo en uno de los momentos más difíciles de su vida.