Mitos sobre fertilidad que aún creen los padres: lo que la ciencia dice hoy

Hablar de fertilidad en la actualidad dista mucho de cómo se entendía hace unas décadas. Aunque el acceso a información científica es más amplio que nunca, todavía existen muchos mitos que sobreviven en la mente de padres y madres. Estas creencias, aunque nacen desde el amor y la preocupación, pueden obstaculizar el apoyo emocional que sus hijos necesitan al enfrentar problemas para formar una familia.

Desmontar estos mitos con datos y empatía es fundamental. A continuación, repasamos los más comunes desde una perspectiva científica y humana, con el fin de que las familias se conviertan en aliadas reales en el camino hacia la fertilidad.

Mito 1: “La fertilidad es solo un problema de mujeres”

Lo que la ciencia dice:

Esta creencia es una de las más arraigadas, pero está completamente desactualizada. La evidencia actual indica que en aproximadamente el 40% de los casos de infertilidad existe un factor masculino involucrado. Además, otro 20% de los casos tienen causas mixtas, es decir, tanto del hombre como de la mujer.

Los factores masculinos pueden incluir una baja concentración de espermatozoides, movilidad reducida o alteraciones como la fragmentación del ADN espermático. Estos problemas afectan directamente la capacidad reproductiva y requieren evaluación médica especializada, tal como ocurre con los factores femeninos.

Mito 2: “Si están estresados, por eso no pueden tener hijos”

Lo que la ciencia dice:

El estrés puede tener cierto impacto en la salud general, incluida la reproductiva. Sin embargo, no es ni de lejos la causa principal de infertilidad. Condiciones como los desequilibrios hormonales, problemas ovulatorios, obstrucción de trompas, calidad espermática deficiente, edad avanzada o enfermedades genéticas tienen un peso mucho mayor.

Frases como “relájense y seguro se embarazan” minimizan el sufrimiento emocional de la pareja e incluso pueden retrasar la búsqueda de un diagnóstico adecuado. Es importante comprender que la infertilidad es una condición médica, no una falta de actitud.

Mito 3: “Si ya tienen un hijo, no pueden ser infértiles”

Lo que la ciencia dice:

Esto es falso. La infertilidad secundaria es una realidad para muchas parejas. Se refiere a la dificultad para concebir después de haber tenido al menos un hijo previamente. Las causas pueden haber surgido después del primer embarazo o pueden haberse agravado con el tiempo, como cambios hormonales, enfermedades adquiridas, intervenciones quirúrgicas o el simple paso de los años.

Reconocer que este tipo de infertilidad existe permite validar el sufrimiento de estas parejas y alentar una consulta médica oportuna.

Mito 4: “Todavía están jóvenes, pueden esperar”

Lo que la ciencia dice:

La edad, especialmente en las mujeres, es un factor clave en la fertilidad. A partir de los 30 años, la reserva ovárica comienza a disminuir, y esta reducción se acentúa después de los 35. A los 40, las posibilidades de concebir naturalmente son significativamente más bajas.

En los hombres, aunque el impacto de la edad es menos abrupto, también existe un declive en la calidad del esperma con los años. Postergar la búsqueda de un embarazo por razones válidas como estudios o estabilidad económica está bien, pero debe hacerse con información clara sobre los límites biológicos.

Mito 5: “Antes no se necesitaban tantos tratamientos, ahora exageran”

Lo que la ciencia dice:

La infertilidad siempre ha existido, pero antes era un tema tabú, poco comprendido y con opciones limitadas. Muchas parejas simplemente no tenían hijos y el problema se atribuía a “voluntad divina” o “destino”. Además, es una realidad que la infertilidad va en aumento, y la Organizacion Mundial de la Salud

Hoy contamos con herramientas diagnósticas precisas y tratamientos de reproducción asistida que han permitido a millones de personas cumplir el sueño de formar una familia. Estos avances no son exageraciones, sino progresos médicos que ofrecen esperanza donde antes no la había.

Mito 6: “Lo importante es que tengan fe”

Lo que la ciencia dice:

La fe y la esperanza son pilares emocionales importantes. Sin embargo, no sustituyen el diagnóstico ni los tratamientos médicos. Acompañar desde la fe es valioso, siempre que no se convierta en una forma de presión o culpa hacia la pareja, como insinuar que “no tienen suficiente fe” si no logran un embarazo.

La infertilidad requiere una mirada integral, que combine el acompañamiento emocional con las intervenciones médicas adecuadas.

¿Cómo pueden ayudar los padres?

La manera en que los padres y madres acompañan a sus hijos en este proceso puede marcar una gran diferencia. Algunas formas efectivas de hacerlo incluyen:

  • Informarse y actualizarse: Comprender cómo funciona hoy la fertilidad permite acompañar desde el conocimiento, no desde suposiciones.
  • Evitar frases dañinas: Comentarios como “todo llega cuando tiene que llegar” o “ustedes se estresan demasiado” pueden herir más de lo que ayudan.
  • Escuchar con empatía: Estar presentes sin juzgar, sin intentar dar soluciones mágicas, simplemente brindando contención.
  • Validar el proceso: Entender que la búsqueda de un hijo puede ser emocionalmente compleja, física y económicamente demandante.

La fertilidad es un tema sensible que involucra muchos factores. Acompañar a los hijos desde la comprensión y el respeto, dejando atrás mitos que ya han sido superados por la ciencia, puede convertir a los padres en aliados fundamentales. En tiempos donde hay más recursos, más opciones y más esperanza que nunca, el rol de la familia sigue siendo insustituible.

Aceptar que el conocimiento evoluciona y que hoy existen tratamientos efectivos no es negar la fe o la experiencia pasada: es sumar herramientas al amor. Y ese, al final, es el mejor legado que pueden ofrecer.

¿Quieren saber más o hablar con un especialista?

Pueden escribirnos directamente a través de este enlace: https://bit.ly/latidfertilitycenter-org.

Estamos aquí para acompañarlos.