¿Qué es la fertilidad?
La fertilidad es la capacidad natural de una persona o pareja para concebir hijos. Cuando esta capacidad se ve afectada, hablamos de infertilidad, que se define como la dificultad para lograr o mantener un embarazo después de un año de relaciones sexuales regulares sin protección. En mujeres mayores de 35 años, se recomienda consultar a un especialista si no se logra el embarazo tras seis meses de intentarlo.
¿Cuándo considerar una evaluación de fertilidad?
Se considera que hay un problema de fertilidad cuando una pareja menor de 35 años ha tenido relaciones sexuales frecuentes y sin protección durante 12 meses sin conseguir un embarazo. En parejas mayores de 35 años, ese plazo se reduce a seis meses. Estas señales indican que podría ser útil consultar con un especialista en fertilidad.
Factores que afectan la fertilidad
En las mujeres, uno de los factores más influyentes es la edad: la capacidad reproductiva comienza a disminuir a partir de los 30 años y se reduce aún más después de los 35. Otras causas incluyen enfermedades como el síndrome de ovario poliquístico, la endometriosis, trastornos hormonales y obstrucciones en las trompas de Falopio. El estilo de vida también influye: el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, una mala alimentación, el estrés crónico y el sedentarismo pueden disminuir la calidad de los óvulos.
En los hombres, la fertilidad también puede verse afectada por la edad, aunque de forma más gradual. Problemas como el varicocele, infecciones, alteraciones hormonales y factores genéticos pueden influir negativamente. Además, la exposición a toxinas, el tabaquismo y el abuso de sustancias también impactan la salud espermática.
¿Cómo se evalúa la fertilidad?
Los especialistas realizan una serie de estudios a ambos miembros de la pareja. Entre los más comunes están el espermograma, que analiza la calidad y cantidad de los espermatozoides:
- El espermograma y la prueba de fragmentación del ADN espermático, que evalúan cantidad, movilidad y vitalidad y el daño en el material genético del esperma.
- La ultra pélvica y el conteo de folículos antrales para revisar los ovarios
- La prueba de hormona antimülleriana (AMH), que indica la reserva ovárica
- La histerosalpingografía, que examina si las trompas de Falopio están obstruidas.
A veces se requieren pruebas adicionales según el caso.
Opciones si hay un problema de fertilidad
Existen varias alternativas dentro de la medicina reproductiva que pueden ayudar a lograr un embarazo. Algunos de los más comunes son:
- La inseminación intrauterina (IIU) consiste en colocar espermatozoides directamente en el útero durante la ovulación.
- La fecundación in vitro (FIV) implica extraer óvulos y espermatozoides, fecundarlos en laboratorio y luego transferir el embrión al útero.
- La preservación de fertilidad, mediante la congelación de óvulos o esperma, es una opción para quienes aún no desean tener hijos pero quieren conservar su capacidad reproductiva. También está la posibilidad de recurrir a la donación de óvulos o esperma cuando no se puede usar material genético propio. El tratamiento adecuado dependerá de la edad, diagnóstico y estado de salud de la pareja.
¿Qué pueden hacer los padres?
Tu rol como padre o madre es fundamental. Infórmate sobre el tema, como lo estás haciendo ahora. Escucha sin juzgar ni presionar, permitiendo que tu hijo o hija comparta sus emociones cuando se sienta listo/a. Evita comentarios como “¿y el bebé para cuándo?”, ya que pueden aumentar el estrés emocional. Ofrece apoyo concreto: emocional, logístico y, si está en tus posibilidades, económico, ya que muchos tratamientos de fertilidad no están cubiertos por seguros. Además, respeta la privacidad de tu hijo o hija y permite que elijan qué información compartir y con quién.
Glosario sencillo
- Fertilidad: capacidad de tener hijos.
- Infertilidad: dificultad para lograr un embarazo tras intentarlo por un tiempo razonable.
- Edad fértil: etapa de la vida en la que las probabilidades de embarazo son mayores.
- Assisted reproduction: tratamientos médicos que ayudan a lograr un embarazo.
- Fecundación in vitro (FIV): unión del óvulo y el esperma en el laboratorio.
- Inseminación intrauterina (IIU): colocación de espermatozoides directamente en el útero.
- Reserva ovárica: cantidad de óvulos disponibles en los ovarios.
Tu hijo o hija está intentando formar una familia. Si el camino no es fácil, tu presencia informada y respetuosa puede marcar la diferencia. Esta guía de fertilidad es solo el primer paso. Hoy en día, la medicina ofrece muchas alternativas, y lo más importante es que no están solos. Como familia, pueden ser una red de apoyo fundamental para que ese sueño de ser padres se haga realidad.
¿Tienes preguntas o quieres agendar una consulta? Haz clic aquí y con gusto te ayudamos: https://bit.ly/latidfertilitycenter-org