En la actualidad, muchas personas entre los 18 y 25 años se enfrentan a un dilema común: ¿cómo avanzar en su carrera profesional sin dejar de lado el sueño de convertirse en madre o padre? La presión por crecer en el ámbito laboral, obtener estabilidad económica y alcanzar metas personales puede llevar a postergar la maternidad o paternidad. Sin embargo, es importante entender que la fertilidad no permanece igual con el paso del tiempo.
El dilema entre la vida profesional y la fertilidad
La biología tiene sus propios tiempos. En el caso de la mujer, la cantidad y calidad de los óvulos disminuye progresivamente, especialmente después de los 35 años. En los hombres, aunque el impacto es más gradual, también hay cambios que pueden afectar la calidad del esperma con la edad.
Por otro lado, la carrera profesional muchas veces exige foco y energía justo en la etapa donde la fertilidad es más alta. Esta realidad genera un conflicto: priorizar el crecimiento laboral podría limitar las posibilidades de ser madre o padre más adelante.
La preservación de la fertilidad como una solución
La preservación de óvulos o esperma es una opción cada vez más elegida por jóvenes que quieren enfocarse en sus metas personales y profesionales sin cerrar la puerta a la maternidad o paternidad. Al congelar óvulos o espermatozoides a una edad temprana, se conservan en mejores condiciones, lo que aumenta las probabilidades de lograr un embarazo exitoso en el futuro a través de técnicas de reproducción asistida.
Esta opción te da libertad y tranquilidad: puedes seguir estudiando, desarrollarte profesionalmente, emprender un proyecto o viajar, con la seguridad de que estás protegiendo tu fertilidad.
Ejemplos en otros países
En países como Estados Unidos, Canadá y varios de Europa, la preservación de la fertilidad ya es parte de los beneficios laborales en grandes empresas. Compañías como Apple, Meta y Google ofrecen la congelación de óvulos a sus empleadas como parte de sus planes de bienestar. ¿Por qué? Porque entienden que el talento no debería tener que elegir entre una carrera exitosa y la posibilidad de tener una familia.
Estas iniciativas no solo apoyan a sus equipos en el balance entre lo personal y lo profesional, sino que también apuestan al desarrollo a largo plazo de sus colaboradores.
Un tema de planificación de vida
Preservar la fertilidad no es sinónimo de postergar indefinidamente la maternidad o paternidad. Es, más bien, una herramienta para tomar decisiones con libertad y sin presiones externas. Así como se planifican metas financieras, académicas o de salud, también se puede planificar la maternidad o paternidad desde un enfoque consciente, informado y responsable.
Hoy más que nunca, es posible pensar en una carrera profesional sólida y en la formación de una familia como dos proyectos compatibles. La clave está en la planificación y en conocer las opciones médicas disponibles.
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