Tu cuerpo y la FIV: lo que debes saber antes de los 25

Cuando tienes menos de 25 años, probablemente lo último que pasa por tu mente es un tratamiento de fertilidad. Estás concentrado en tus estudios, tus metas profesionales, tus viajes o en disfrutar la vida. Sin embargo, hay algo que pocas veces se menciona, pero que es crucial: tu salud reproductiva también necesita atención desde joven.

Entender cómo funciona tu cuerpo hoy puede darte una gran ventaja si algún día decides formar una familia. Saber más sobre tu reserva ovárica, la calidad de tus óvulos y los tratamientos como la fecundación in vitro (FIV) puede marcar la diferencia en tu futuro reproductivo.

¿Qué es la reserva ovárica y por qué importa?

Imagina que naciste con una alcancía biológica llena de óvulos. Esa reserva no se recarga. Al contrario, se va vaciando poco a poco conforme pasan los años.

  • A los 20 años, cuentas con millones de óvulos, y la mayoría son de excelente calidad.
  • Al llegar a los 30, su cantidad disminuye y también comienza a bajar la calidad.
  • Después de los 35 años, el descenso es mucho más rápido y pronunciado.

Este “banco de óvulos” se conoce como reserva ovárica, y es uno de los factores más importantes a evaluar cuando se trata de fertilidad femenina. Una reserva baja o con óvulos de baja calidad puede afectar tanto tus probabilidades de embarazo natural como los resultados de técnicas de reproducción asistida, como la FIV.

¿Qué tiene que ver la FIV con tu reserva ovárica?

La fecundación in vitro es una técnica de reproducción asistida en la que los óvulos se extraen, se fecundan en un laboratorio con espermatozoides, y luego se colocan embriones en el útero para lograr un embarazo.

Para que la FIV sea exitosa, se necesitan óvulos de buena calidad. Y aquí es donde la edad juega un papel fundamental: a menor edad, mayor calidad ovocitaria.

Si a los 23 años decides congelar tus óvulos, y los utilizas a los 35, esos óvulos conservarán la calidad de cuando tenías 23. Es como guardar una versión óptima de ti misma para usarla más adelante.

¿Por qué pensar en esto antes de los 25?

Sabemos que a esta edad hablar de fertilidad puede parecer lejano, incluso innecesario. Pero existen razones muy válidas para empezar a informarte desde ahora:

1. Estás en tu mejor momento biológico

Antes de los 25 años, los óvulos tienen una calidad óptima, lo que se traduce en más posibilidades de éxito en tratamientos de fertilidad futuros, si llegaras a necesitarlos.

2. La información te da control

Una simple prueba de sangre (AMH) junto con una ecografía puede darte un panorama real de tu reserva ovárica. No es para alarmarte, sino para darte información confiable que te permita tomar decisiones a tu ritmo y con seguridad.

3. La vida no siempre sale como se planea

Tal vez hoy no está en tus planes ser madre o padre, pero en el futuro podrías desearlo. Tener información desde joven te da herramientas para mantener abiertas tus opciones reproductivas.

4. La preservación de fertilidad es una opción real

Congelar óvulos o espermatozoides no significa que estés listo para tener hijos mañana. Significa que estás pensando a futuro, considerando que tu vida profesional o personal puede cambiar, y que no quieres perder tu capacidad biológica en el camino.

Ejemplos reales de decisiones inteligentes

  • Una joven de 24 años decide congelar sus óvulos mientras cursa un posgrado en el extranjero. No tiene pareja, pero quiere conservar la posibilidad de ser madre más adelante.
  • Un hombre de 22 años preserva su semen antes de iniciar un tratamiento oncológico que puede afectar su fertilidad.
  • Una pareja joven, sin planes de tener hijos aún, realiza estudios de reserva ovárica para conocer su situación reproductiva y planear a futuro con tranquilidad.

Estos casos son ejemplos de cómo la preservación de la fertilidad se está convirtiendo en una decisión informada y estratégica, no solo en una necesidad médica.

Invertir hoy en tu fertilidad es cuidar tu futuro

Así como inviertes en tu salud mental, en tu bienestar físico o en tu educación, también puedes invertir en tu salud reproductiva. Evaluar tu reserva ovárica, conocer tus niveles hormonales y tener la opción de congelar tus gametos no es exagerado, es previsión.

Hablar de fertilidad antes de los 25 no significa tomar decisiones definitivas, sino abrirte a conocer tu cuerpo y cuidar tu capacidad de elección. La fertilidad no es una urgencia, pero sí una parte de tu vida que merece atención y respeto.

¿Qué puedes hacer ahora?

📅 Agenda una cita con un especialista en fertilidad.

🧪 Realiza un estudio hormonal y una ecografía para conocer tu reserva ovárica.

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